Vistas a la página totales

lunes, 24 de agosto de 2015

Señor desgracia

Les sugiero, por favor, no contestar ninguna llamada a partir de este momento, porque todas serán malas noticias.
Oh, disculpen mis modales, permitanme presentarme. Mi nombre es Antonio desgracia. Pero pueden llamarme, señor desgracia. Seguro que todos aquí me han visto. ¿No? Mirenme bien, ¿Aún no me recuerdan? Pero si yo me la paso andando por ahí, todos los días, de un lado al otro, causando... Desgracia. Déjenme les refresco la memoria. Recuerdan ese día en que el almuerzo les cayó mal y no les dió tiempo a llegar al baño? O aquel día en el que fueron al colmado y dejaron la llave de la casa, dentro de la casa? Lo lamento, pero aquello fue mi culpa. Si, si, lo sé, estuvo mal, pero es que no puedo evitarlo.
Yo soy cada tapón en el puente de camino a sus trabajos. Soy cada foto sexy que envían a la persona equivocada en whatsapp. Soy los exámenes sorpresa después de una noche en la barrica.

Todo eso soy yo. Simplemente no puedo parar. Yo estuve una vez a punto de dejar de causar desgracias. Estaba casi curado. Pero luego, te observé viendo esa telenovela tan buena, tan entretenida, tan apasionada. *Suspiro*, y ZAZ se fue la luz. Si hubieses tenido inversor no hubiera sido tan malo, pero eres pobre. Y de eso no me eches la culpa.

Soy cada espinilla en el centro de tu rostro. Soy cada "Tengo novio". Cada "Ya cerramos, venga mañana". Soy el aguacero de tu cumpleaños en el parque, soy la piedrita que mordiste en tu empanada.
¿Sabes cual es mi numero favorito? El 99. Por eso congelo tus descargas por internet justo en ese momento. ¿Mi color favorito? El rojo, así que no usen pantalones blancos señoritas.

Todo lo que soy es desgracia. Nunca duermo ni perdono. Si me pides un chimi sin cebollas, te le pongo un sembradio  de cebollas y si aun así decides comerlo, te mando a la chica que siempre te ha gustado para que disfrute de tu nuevo aroma. Ella fingirá que no apestas, te dará su numero y lo anotaras mal porque eres estúpido, y de eso no me eches la culpa.

En el fondo no soy una mala persona. Es decir, si me comparan con Jose decepción, Sandra sufrimiento y Francisco muerte, yo no soy más que un chiste.
Ya sabes quien soy, me imagino. Ese mismo. El que destruyó tus tacones en la fiesta. El que derramó tu perfume en tu cartera. La idea del profesor de pasar lista cuando faltaste. Y porque no, el perro que se comió tu tarea para que nadie te crea.

Es divertido causar desgracia. Me hace sentir vivo. Pero hay ciertas personas que detesto. Son tan positivas. Siempre sonriendo por más desgracia que les cause. Es imposible arruinarle sus días. Si todas las personas fuesen como ellos, mi trabajo no tendría sentido. Pero gracias a ustedes, los que si le dan importancia a los pequeños eventos desafortunados, sigo vivo y causando desgracias.
Me despido, fue un placer, y por favor, miren a ambos lados antes de cruzar la calle porque sería bastante desagradable que les cayera encima caca de paloma.