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miércoles, 27 de agosto de 2014

Dos almas sobre la arena

Dos almas sobre la arena, el mar lavaba sus pies. 

Con caricias, roces y dulces palabras olvidaban todo aquello que los rodeaba.
 El sol no brillaba tanto como sus ojos ni la brisa era tan fresca como sus besos. 

Atrapado entre sus brazos, para él, el tiempo se detuvo mientras ella tarareaba suavemente canciones divinas bien cerca de su oído izquierdo. 

Los fragmentos de coral rosa no borraban la suavidad de su mejilla como la más fina de las telas de seda. La arena blanca no teñía el negro azabache de sus cabellos.

Él clamaba por un beso que lo hiciera soñar despierto y ella esperaba un beso cálido que le mostrara todo su amor. 
Sus labios estaban tan cerca entre sí que la energía estática y el magnetismo luchaban por unirlos en un beso eterno. 
Un beso protector, un beso sin igual… 

Más sus cuerpos temblaban de ansiedad ante los ojos de las gaviotas y las algas húmedas. Aquel momento fue un descanso sobre las nubes acompañado de la persona más importante de sus vidas. 
Pero el beso, el dulce beso, quedó pendiente. 

lunes, 25 de agosto de 2014

Felicidades madre mía.

Felicidades madre mía,
un beso enorme te doy
pues un día como hoy
el sol vio tu nacimiento

Buenos y malos momentos
conforman tu bella historia
y en tu larga trayectoria
siempre fuiste una guerrera

Madre, amiga y compañera,
de un enorme corazón,
pues naciste con el don
de dar palabras de aliento.

Es hermoso el sentimiento
de mirar hacia el pasado
y contemplar lo que has logrado
solo con perseverar

Eres digna de admirar
tu alegría es verdadera
y desde que eras quinceañera
vienes rompiendo murallas

Mereces cien mil medallas
mil trofeos, diez coronas
y que todas las personas
digan al viento Ana Luisa.

lunes, 18 de agosto de 2014

Ella nunca estuvo allí.

Todo lo que puedo decir es que ella es perfecta, diseñada para mi. Delicada como una gota de lluvia a punto de morir por el calor del sol. La amo tanto que olvido respirar en ocasiones cuando pienso en su belleza. Pero ella nunca estuvo allí.

La acaricio con mis manos mortales y me pierdo en su perfume lentamente. Suave. Sus besos me permiten ser. Quisiera estar a su lado en mi próxima vida, en la vida que le sigue, hasta que ya no exista realidad. Pero ella nunca estuvo allí.

Escucho su voz en medio del desierto y ya no siento sed. Escucho su voz en la oscuridad y su luz me guía hacia ella. Con deseos de besar su aura, besar todos sus secretos, me acerco con esperanza. Pero ella nunca estuvo allí.

Ella sabe quien soy, sabe de donde vengo, sabe quien puedo ser. Cierra sus ojos y ya extraño su mirada. Con ella no necesito explorar otros planetas, en ella está todo lo que busco y nunca tendré. La quiero por su alma esbelta y sus labios púrpuras.

Cuando despierto la veo. Sonrío. Ella siempre estuvo allí.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Filósofo empedernido

Lo que siento es retorcido
no se explica fácilmente
sentimientos de un demente
filosofo empedernido

A las cosas sin sentido
les doy mis horas de sueño
hasta por fin ser el dueño
de mi propia dimensión.

Tengo una imaginación
salvaje y descontrolada
por eso es que de la nada
me pierdo en el universo

En las liricas inmerso
sereno, resplandeciente,
me distingo entre la gente
al ser el único que flota

pero mi virtud explota
lanza ráfagas de llanto
y sin darme cuenta espanto
a los que intentan descifrarme

siempre trato de enfocarme
en alardear mi cordura
pero sufro en la locura
de ser otro ser humano.